Los agapornis, como cualquier loro, tienen comportamientos que no siempre nos resultan agradables, como picarnos o destrozar cosas que no deben.
Ante una situación como esta deberemos demostrar nuestro malestar al ave pero ante todo tendremos que comprender por qué lo hace.
Si nos pica puede que sea por llamar nuestra atención y reñirlo o enfadarnos con él no solucionará el problema. Por eso antes de "castigarlo" debemos pensar en si podemos poner algo de nuestra parte para evitar que vuelva a suceder.
A la hora de mostrar nuestro enfado jamás usaremos la violencia, nunca le pegues, no solo no solucionarás el problema sino que podrías provocar una tragedia. Los agapornis son muy frágiles y podrías llegar a matarlo por muy flojo que sea el golpe. Además terminarán con daños psicológicos que lo empeorarán todo.
Tampoco le castigues sin comer o beber, eso es tan cruel como pegarle.
Para que entienda que ha hecho algo mal, el castigo debe ser inmediato a su incorrecto comportamiento. Ponlo en tu mano y tras un breve y suave zarandeo, háblale en un tono de enfado pero sin llegar a chillarle. Las aves no relacionan los gritos con disgusto, lo pueden incluso confundir y pensar que es una forma de distracción.
Seguidamente mételo en su jaula unos 5 minutos para que comprenda que si se porta mal, acabará encerrado.
Si ves que el agaporni va a hacer algo que no debiera prueba a decirle un "NO" rotundo, usa siempre el mismo tono y la misma palabra para que aprenda que ante esa expresión, él debe cambiar su actitud.
Hay que ser constante para que el pájaro llegue a dejar de hacer esas cosas que no debemos permitir, pero no solo castigándole, también el refuerzo positivo ayuda mucho. Ante un buen comportamiento, un premio, seguro que una pizca de mijo hace mucho más que una riña por un picotazo.
Ah, y no guardes rencor a tu pequeño, no comprenderá por qué estás arisco y solo conseguirás que te aborrezca.
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